Clases de cocina tradicional italiana
Ai... Al... Vagano, vagano. Girolanz, gironzano, gironzalon... Vagano, vagano, vagano!
Ya sea seca, a base de trigo duro y agua, o fresca que incorpora huevos, la pasta es un alimento fácil de preparar siempre que tengas en cuenta algunos trucos para que sea perfecta.
¿Quieres saber cuáles son?
1. La pasta debe ser de buena calidad.
2. Utiliza una olla grande de paredes altas y la cantidad suficiente de agua y sal: aproximadamente 1 litro de agua y 10-12 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta. Si utilizas más agua, mejor, porque así es mas fácil mantener la temperatura constante durante la cocción.
3. Cuando el agua esté en plena ebullición, echa primero la sal. En seguida, cuando la sal esté disuelta y el agua hirviendo, echa la pasta, en forma de abanico la pasta larga como spaghetti, linguine, bucatini (espaguetis, linguini, tallarines), esparcida la pasta cortada como maccheroni, penne, fusilli (macarrones, plumas, hélices). ¡No quiebres los espaguetis!
4. Remueve la pasta con un tenedor largo de madera o un cucharón, al principio y de vez en cuando durante la cocción.
5. El tiempo de cocción varia según la calidad y el grosor de la pasta. Influyen también la altitud del lugar, la calidad del agua, la intensidad del fuego y el tipo de recipiente. La pasta estará en su punto (al dente) cuando esté tierna por la parte exterior, pero todavía algo dura por la parte interior. Sigue el tiempo que indique el fabricante pero probándola unos minutos antes. Si mordiendo un macarrón o un espagueti puedes observar en su interior un pequeño hilo de masa de otro color, la pasta está al dente. Lo de tirar la pasta contra la pared de la cocina nosotros los italianos no lo hemos probado nunca.
6. Al decidir cuando escurrir la pasta, debes tener en cuenta (según cada receta) cuanto tiempo va a estar después cociendo en la salsa. Si la sacas totalmente cocida y luego la tienes varios minutos más cociendo dentro de la salsa, es muy probable que se termine pasando. Mi consejo es: cuece la pasta un minuto meno de las indicaciones del paquete y conserva unas cucharadas de agua de cocción. Escúrrela rápidamente en un colador, sin pasarla por agua fría, excepto en la preparación de ensaladas de pasta. Termina la cocción de la pasta en la sartén con la salsa, añadiendo unas cucharadas de agua de cocción. Sigue cociendo hasta que pasta y salsa tengan una consistencia homogénea y cremosa.
7. Cocina la pasta en el momento de consumirla. Debe servirse según se termina de cocinar.
La pasta admite, liga y armoniza con todos los condimento y sabores. Es un alimento básico muy completo: precisa poca cosa como complemento para convertirse en alimento perfecto bajo el aspecto nutritivo, dietético y gastronómico. Aporta 370 Kcal (1546,6 KJ) cada 100 gramos y es muy baja en grasas (1,50 gramos). Todas las recetas permiten variantes de ingredientes, condimentos o aromas según la preferencia personal.
Yo comería pasta todos los días.
¿Mis recetas favoritas? Las que invento con los ingredientes que encuentro en la nevera...
¿Quieres saber cuáles son?
1. La pasta debe ser de buena calidad.
2. Utiliza una olla grande de paredes altas y la cantidad suficiente de agua y sal: aproximadamente 1 litro de agua y 10-12 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta. Si utilizas más agua, mejor, porque así es mas fácil mantener la temperatura constante durante la cocción.
3. Cuando el agua esté en plena ebullición, echa primero la sal. En seguida, cuando la sal esté disuelta y el agua hirviendo, echa la pasta, en forma de abanico la pasta larga como spaghetti, linguine, bucatini (espaguetis, linguini, tallarines), esparcida la pasta cortada como maccheroni, penne, fusilli (macarrones, plumas, hélices). ¡No quiebres los espaguetis!
4. Remueve la pasta con un tenedor largo de madera o un cucharón, al principio y de vez en cuando durante la cocción.
5. El tiempo de cocción varia según la calidad y el grosor de la pasta. Influyen también la altitud del lugar, la calidad del agua, la intensidad del fuego y el tipo de recipiente. La pasta estará en su punto (al dente) cuando esté tierna por la parte exterior, pero todavía algo dura por la parte interior. Sigue el tiempo que indique el fabricante pero probándola unos minutos antes. Si mordiendo un macarrón o un espagueti puedes observar en su interior un pequeño hilo de masa de otro color, la pasta está al dente. Lo de tirar la pasta contra la pared de la cocina nosotros los italianos no lo hemos probado nunca.
6. Al decidir cuando escurrir la pasta, debes tener en cuenta (según cada receta) cuanto tiempo va a estar después cociendo en la salsa. Si la sacas totalmente cocida y luego la tienes varios minutos más cociendo dentro de la salsa, es muy probable que se termine pasando. Mi consejo es: cuece la pasta un minuto meno de las indicaciones del paquete y conserva unas cucharadas de agua de cocción. Escúrrela rápidamente en un colador, sin pasarla por agua fría, excepto en la preparación de ensaladas de pasta. Termina la cocción de la pasta en la sartén con la salsa, añadiendo unas cucharadas de agua de cocción. Sigue cociendo hasta que pasta y salsa tengan una consistencia homogénea y cremosa.
7. Cocina la pasta en el momento de consumirla. Debe servirse según se termina de cocinar.
La pasta admite, liga y armoniza con todos los condimento y sabores. Es un alimento básico muy completo: precisa poca cosa como complemento para convertirse en alimento perfecto bajo el aspecto nutritivo, dietético y gastronómico. Aporta 370 Kcal (1546,6 KJ) cada 100 gramos y es muy baja en grasas (1,50 gramos). Todas las recetas permiten variantes de ingredientes, condimentos o aromas según la preferencia personal.
Yo comería pasta todos los días.
¿Mis recetas favoritas? Las que invento con los ingredientes que encuentro en la nevera...